Familia Pampini
Fabrizio Pampini, propietario de Industrias Pampini, luego de haber entregado en sucesión la empresa a sus hijos, decidió regresar a tomar el mando por una serie de acontecimientos propiciados por ellos y que tenían al borde de la quiebra a la más grande productora panadera de la Argentina. A su retorno, junto con los resultados que en apariencia lograron mejorar la situación de su negocio, descubrió que el gerente General, amigo y persona de su confianza, había realizado actos ilícitos que en realidad tenían en problemas financieros a la organización. Fabrizio identificó tales problemas financieros gracias a que recibió una oferta de compra de una empresa panadera multinacional norteamericana. Fabrizio, nuevamente con la incertidumbre de lo que podría suceder, enfrentaba la disyuntiva de si vendía o no un patrimonio empresarial con casi 60 años de historia.